Una semana de dueña de casa. Pensé que sería más difícil, estar a cargo de una casa gigante como la que debo dejar en unas semanas más, a eso hay que sumarle mi papá y a la Florencia que anda en la época de su celo. Lo bueno es que estuve de vacaciones y me dediqué cien por ciento a cumplir mis labores domésticas. En comidas no me hice mucho drama, compré pollo, hice pastas, y el día de flojera compré unas empanadas e hice una sopa para dejar contento al papá. Pero mi gran drama es la sal, ¿cuál es la medida justa?, yo la verdad no utilizo aceite y agrego sal pero siempre me queda todo como si jamás hubiese aplicado ese ingrediente a mis comidas. Así es que siempre me digo, para la próxima le aplicaré un poquito más. Sucede que ayer hice pollo arvejado y me acordé de mis comidas sin sabor, que le agregué lo que yo creía que le faltaba. Pero ¡por Dios que cuesta! , ahora parecía salmuera. Agregarle más agua fue lo primero que se me ocurrió y lo hice de inmediato, cuento corto,volvió a quedar sin sabor. ¿Existen reglas para el uso de la sal?, si siempre en las recetas se habla de "una pizca de sal", mi pregunta es ¿cómo se miden las pizcas?
Si usted es un chef reconocido (porque me imagino que en un tiempo más este blog será un paso obligado para las personas inteligentes) me podría explicar la medida exacta para que mis comidas obtengan un rico sabor.