Aparecieron los fantasmas

Iba a cumplir dos años, ya había vivido el duelo. Por fin saboreaba una vida en que no había que perseguir la calma. Algo similar a la locura que me daba una serenidad mucho más satisfactoria. No acaricié ningún plan. Solo deseaba que no estuviera allí. Esas miradas me marcan, me pudren.
Dicen que la vida es cíclica, es verdad lo creía hasta cierto punto. Pero nunca pensé que los fantasmas hoy tomaban forma, tienen cara, pelo, nariz y hasta voz. Se materializan a tal punto que te hacen viajar en el tiempo y te hacen sentir lo que sentías en ese momento. O sea dos años atrás.
No es una sensación buena. Es más, me da miedo. No quiero continuar con esa historia. Odio las segundas partes, odio tener que vivir lo mismo, odio querer compartir solo por placer, odio mis ganas de conocer, odio mi inseguridad, odio todo lo que tenga que ver contigo, odio la materialización de los recuerdos, odio los fantasmas jóvenes. A Quién quiero engañar?. Esto me pasa por huir de ti, por querer sacarte de una vida que estaba destinado a quererte y odiarte. Por esas razones quise conocer gente nueva y lo conseguí por fin te alejé totalmente, hasta hoy. Los fantasmas siguen ahí y tu me sigues recordando los peores momentos de mi vida.