
Aquí estoy frente a una pantalla, esperando la hora de almuerzo. No tengo hambre, me tomé un Capuccino Vainilla cuando venía del corporativo. Pero es que aprendí a hacer un pastel de zapallo italiano y me queda la muerte… tan rico que ya es segundo día que lo preparo para mi almuerzo y quiero comerlo de golosa que soy. Además me puedo dar esos lujos, ya que he bajado 3 kilos y pretendo bajar unos dos más… Es que acá no da ni hambre y una se “enguata” con líquido no más…
besos
besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario